Un
poderoso león asoma en la etiqueta de la cerveza nacional de Sri Lanka, de
marca “Lion”, al igual que lo hace en la bandera del país. Tal icono, presente
en todas partes, no llamaría la atención sino fuese porque en toda la isla –que,
además, cuenta con tres frondosos safaris repletos de turistas y otros animales
de toda clase y condición-, no existe ni una sola pieza de estas fieras. Cuando,
quien esto suscribe pregunta a varios locales el por qué de tanto león si no
hay ni uno solo en toda la geografía, la respuesta parece casi de cajón: “Porque
el rey de la selva es duro, bravo y orgulloso. Sabe pelear y no se deja
dominar. Como cualquier srilankés”, se contesta casi al unísono. Tal vez esta
misma visión de las cosas explique por qué los separatistas del norte –cuatro
millones de tamiles frente a 14 millones de cingaleses, que decían sentirse discriminados
política, social y económicamente y mantuvieron al país durante décadas bajo
una cruenta guerra civil que acabó en 2009 y dejó millares de muertos, entre
ellos el primer ministro de India, Rajiv Gandhi, hijo, nieto y esposo de
Indira, Nehru y Sonia Gandhi, respectivamente-, se hiciesen llamar los Tigres
de Liberación de la Tierra Tamil Eelam (LTTE); los temidos “Tigres Tamiles” del
norte.
Estamos en
la península de Jaffna, antiguo bastión rebelde abierto al turismo hace un par de años, y hoy un paisaje absolutamente militarizado por el ejército cingalés.
Las huellas de la guerra, todavía presentes...
¡Hola a todos de nuevo y disculpas por esta ausencia
de varios días! :-) Las cosas que contar comienzan a acumulárseme –siempre
he tendido al exceso cuando se trata de apretar teclas fotográficas y
tipográficas, esto es así-, y hasta la mañana de hoy, noveno día de viaje en
constante movimiento y registro de datos, no he tenido ni un solo momento ni
una buena conexión a internet para ponerme al lío de narrar, que es mi objetivo
casi vital. Esto me hace concluir y advertir que este proyecto de ebook, blog
de #ThisIsMyIndia, sorprendido por el paréntesis necesario de dos semanas en
Sri Lanka para solventar la cuestión de mi visado hindustano, concluirá
bastante más allá de la fecha de mi final de viaje y regreso a Europa, previsto
a mediados de junio. Que nadie se preocupe, pues, de la falta de alimento thisismyindiánico porque va a haber
reservas de sobra.
Para empezar, copio aquí arriba algunas letras de
uno de los varios artículos y reportajes que estoy aprovechando para escribir
desde la “Lágrima de India” (“lagrimilla”, más bien), tal cual se conoce a la
isla, y comunico al personal que valdrá la pena (y mucho) esta ‘extensión’ de
proyecto. Pero todo a su debido tiempo. De momento empezaré colgando -en orden
cronológico y no ahora, sino en cuanto me sea posible-, todas las fotos que he
estado disparando y que usaré para ilustrar los dos reportajes de viajes que
estoy preparando (una de las muchas ventajas de ser socio de este proyecto, ver
todo el trabajo en exclusiva y antes
que nadie o de que sea publicado oficialmente, por adelantado; así que
ya puedes contárselo a todos tus amigos, cuantos más seamos menos pagaremos,
que decía aquella publicidad telefónica), e iré intercalando algún que otro
artículo de nueva temporada que ha de salir en eldiario.es sobre India y sobre
Sri Lanka.
Todo un poco de lío, todo un poco revuelto, sí, pero
disfruta del contenido, que lo vas a disfrutar, y ya editaré yo luego
todo el mogollón para que tenga orden y concierto.
¡Seguimos informando!
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